Terapia ocupacional – Sensorial

En esta área se ayuda a los niños con dificultades físicas, con presunción y diagnostico en TEA , déficit sensoriales y cognitivas, a llevar a cabo actividades cotidianas.

Logra una respuesta adaptativa en los niños para tocar texturas, a subirse a un balancín, a tener mayor control del equilibrio, y de mejorar las torpezas motoras. Además de procesar correctamente los estímulos sensoriales de nuestro entorno, y generar las respuestas adaptadas que se nos exige.

Desarrollará habilidades necesarias para una correcta grafomotricidad y su desempeño escolar. Niños considerados como descoordinados, con dificultad para practicar deportes o realizar juegos motrices con sus compañeros. Otros niños presentan dificultades sólo en motricidad fina, con un agarre incorrecto del lápiz, dificultad para ensartar elementos, para pegar, recortar, abotonar…

Niños con un muy bajo ritmo de aprendizaje, que tienen dificultades en el razonamiento lógico, en la secuenciación, en la planificación motora, etc.

La habilidad para prestar atención a una tarea depende directamente de la capacidad de inhibición de los estímulos sensoriales innecesarios (sonidos de fondo, información visual, movimiento, posturas…). Cuando no existe inhibición sensorial aparecen la falta de concentración y respuestas exageradas a los estímulos.

Los niños con problemas de procesamiento sensorial por hiposensibilidad -sentir los estímulos en un umbral muy bajo- desconocen la forma de relajarse o tranquilizarse, porque necesitan constantemente recibir estímulos de forma compulsiva (por ejemplo, niños hiperactivos). De forma contraria pueden ser niños hipersensibles -sentir los estímulos en un umbral muy alto- que no toleren la estimulación y siempre estén en constante inhibición (quietos, evitando el movimiento, asustándose con los ruidos de forma exagerada).

Estos niños sienten que la mayoría de los estímulos táctiles son agresivos y sus reacciones ante un abrazo, una caricia o un simple roce entre compañeros, pueden ser de extrema ansiedad o agresividad, pueden responder de forma negativa y exagerada a los estímulos relacionados con el tacto.

El niño con problemas en el procesamiento sensorial puede tener problemas conductuales. Los niños pueden ser explosivos, poco flexibles a los cambios (horarios, distribución…), o pueden tener dificultades en las transiciones (cambios de una actividad a otra, de un lugar a otro…). El niño puede mostrar una irritabilidad inexplicable o puede llorar repentinamente sin motivo aparente. La causa suele ser un desajuste sensorial, debido a cambios bruscos del tipo de estimulación, que el niño percibe como una agresión.

Mejorará la independencia en su alimentación, vestido e higiene de cada niño de acuerdo a su etapa de desarrollo.

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